lunes, 20 de febrero de 2017

Perú perdió más de 1 millón de hectáreas de selva en 15 años La agricultura de pequeña y mediana escala es la responsable del 80 % de esta deforestación registrada entre el 2001 y el 2015.

Deforestación en Ucayali.

Mongabay Latam / Alexa Vélez). La tecnología se ha convertido en un dolor de cabeza para aquellos que deforestan sin reparos la Amazonía peruana. Hasta hace algunos años, se pensaba que tumbar una extensión de bosque primario en una zona apartada, recóndita, podía no ser descubierta por las autoridades o los expertos, hoy el uso de imágenes satelitales de alta resolución confirma que es posible saber en tiempo real dónde se está talando el bosque. Y eso no es todo, se puede establecer incluso cuáles son las principales causas. El Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), a través de más de 50 reportes publicados entre abril de 2015 y noviembre de 2016, ha contribuido precisamente con el uso de la tecnología a actualizar los datos del registro histórico de deforestación de la Amazonía peruana. La cifra total puede escarapelarle el cuepo a cualquiera: 1’800,000 hectáreas de bosques amazónicos se perdieron entre el 2001 y el 2015, es decir, en un lapso de 15 años.
Los picos de pérdida se produjeron en el 2005, el 2009 y el 2014. Si bien las cifras oficiales hablan de un retroceso en los niveles de deforestación, un cálculo preliminar del 2016 realizado por MAAP señala que el problema no ha cambiado mucho con respecto al 2014, año en el que se registró uno de los niveles más altos de pérdida de superficie boscosa. Ese año se perdieron más de 177 000 hectáreas. El miércoles último, MAAP presentó un segundo informe denominado Síntesis #2 “Patrones y drivers de deforestación en la Amazonía Peruana”, en el que adelantó seis de las principales causas de esta pérdida de bosque: deforestación y degradación de suelos, agricultura de pequeña y mediana escala, agricultura de gran escala, pastos para ganadería, minería de oro, cultivos de coca y la construcción de carreteras.
Mapa que muestra las principales causas de deforestación en la Amazonía peruana. | Fuente: Mongabay Latam | Fotógrafo: Datos: MAAP, SERNANP.
La agricultura de pequeña escala, aquella que se desarrolla en espacios que no superan las 5 hectáreas, es la responsable del 80 % de la deforestación registrada en la Amazonía peruana, entre los años 2001 y 2015. Mientras que la agricultura de mediana escala, que puede ocupar entre 5 y 50 hectáreas, representa el 16%. Para Matt Finer, investigador forestal de MAAP, “la tendencia de deforestación sigue problemática, estamos en un momento interesante en el que la deforestación ha bajado en el 2015 con relación al 2014, son buenas noticias, pero las malas noticias son que este nivel todavía es muy alto, el segundo más alto en el registro histórico”.
Pérdida de bosque por años. | Fuente: Mongabay Latam | Fotógrafo: Datos: PNCB/MINAM, UMD/GLAD.
Finner adelantó que controlar la pequeña y mediana agricultura será todo un reto para el gobierno. Algunos de los casos que han sido detectados son las plantaciones de palma aceitera de pequeña y mediana escala en Huánuco, Ucayali y Loreto; los cultivos de cacao al este de Madre de Dios; y los campos de papaya, maíz y arroz a lo largo de la carretera Interoceánica también en Madre de Dios.
“La gran mayoría (de la deforestación) es de pequeña y mediana escala, que es súper difícil de controlar. Es la primera vez que entendemos que ese es el patrón y creo que va a tomar tiempo elaborar políticas para enfrentar esto, porque es más fácil enfocarte en la deforestación de gran escala, porque es una empresa, otra empresa y podemos enfocarnos en ellas”, sostuvo Finner. Y luego precisó que esto no significa que la agricultura a gran escala no debe ser observada, no hay que olvidar que en el 2013, según los reportes, se detectaron nuevas plantaciones a gran escala de palma aceitera, entre ellas las manejadas por el controvertido Grupo Melka.
La tecnología que emplea MAAP y que nos ha permitido conocer casi en tiempo real, en los últimos meses, los avances de la deforestación en la Amazonía peruana, forma parte de una metodología que combina varias herramientas. Por un lado está la evaluación de las Alertas Tempranas de Pérdida de Bosque GLAD (Imágenes Landsat captadas desde 30 metros de distancia) y por otro lado el análisis de imágenes satelitales de alta resolución (Planet y Digital Globe), ambas fuentes de información han sido de ayuda para establecer patrones, definir las principales causas de la deforestación y mirar los “puntos calientes” donde está ocurriendo la deforestación.
Los puntos Calientes
Hasta la fecha, según la Sintesis #2 presentada por MAAP,  se han identificado ocho hotspots o puntos calientes de deforestación en la Amazonía peruana. Se sabe, por ejemplo, que los puntos de mayor intensidad están concentrados en la Amazonía centro, en las regiones de Huánuco y Ucayali, pero también existen otros hotspots importantes situados en las regiones de Madre de Dios y San Martín.
El mapa que mostramos a continuación permite analizar cómo las causas de la deforestación pueden cambiar a través de los años. En el caso de la Amazonía centro, donde se sitúan los hostspots de mayor intensidad (A y B), se puede ver (zona A en el mapa) que dos proyectos de palma aceitera a gran escala fueron identificados en el noroeste de la región Ucayali como problemáticos entre el 2012 y el 2014. Pero esta tendencia varió entre el 2015 y 2016, años en los que la mayor intensidad de deforestación se corrió hacia el oeste, donde el pasto para ganado y la palma aceitera a pequeña escala se convirtieron en la principal amenaza.
Mapa de los hotspots o puntos calientes de la pérdida de bosque. | Fuente: Mongabay Latam | Fotógrafo: Datos: PNCB/MINAM, GLAD/UMD.
En el caso de la región de Huánuco (zona B en el mapa), los pastos para ganadería se mantuvieron en ambos períodos de tiempo como la principal causa de deforestación.
Deforestación en áreas naturales protegidas
Para Matt Finer una de las principales ventajas del uso de la tecnología para monitorear la deforestación está en la posibilidad de vigilar las áreas naturales protegidas. El especialista explica que es la forma más sencilla de detectar y reaccionar frente a una actividad ilícita, “cuando detectamos deforestación ilegal, súper ilegal, minería aurífera dentro de un área protegida, podemos detectar, informar a las autoridades, ellos tienen la capacidad de actuar porque es súper claro que esa deforestación es ilegal y hay una entidad del gobierno que sabe que es su responsabilidad intervenir. Lo hemos visto en Amarakaeri y en Tambopata”.
En el primer caso, MAAP monitorea el proyecto de construcción de una polémica carretera que atravesaría la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal Amarakaeri y el Parque Nacional el Manu. Y en el segundo, en la Reserva Nacional Tambopata, le sigue los pasos a los mineros ilegales y denuncia sus actividades con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).
Actividad minera ilegal altera el curso del río Malinowski, Reserva Nacional Tambopata. | Fuente: Mongabay Latam | Fotógrafo: Datos: Planet Labs, Digital Globe (Nextview).
Un caso que no puede dejar de mencionarse es el de la Reserva Comunal El Sira. Según uno de los reportes de MAAP, está amenazada por el aumento de los pastos para la ganadería. Esta es una de las causas de la pérdida de bosque en esta área natural protegida ubicada en la Amazonía centro del Perú.
¿Qué hacer con la información?
Tanto MAAP como el Programa Nacional de Conservación de Bosques del Ministerio del Ambiente (MINAM) que conserva los registros históricos de la deforestación y que recibe y analiza las Alertas Tempranas de Pérdida de Bosque GLAD generan información relevante todos los días, pero la pregunta es ¿qué hacer con ella?
Para Finner el problema de la pérdida de bosque sigue latente, así como la pregunta de “qué hacemos con esa deforestación que está en todos lados y en pequeñas partes, ¿qué hacemos?”. Si bien para el especialista esa pregunta la debe resolver el Estado peruano, propone difundir un mensaje que advierta a los infractores que “con la tecnología ya hay ojos, ya podemos ver y en cinco años esto puede hacer una gran diferencia”.
Rolando Vivanco, funcionario del Programa Nacional de Conservación de Bosques, sostiene que la información ya existe y en grandes cantidades, lo que hace falta ahora es capacitar a los gobiernos regionales y sobre todo a las Fiscalías Especializadas en Materia Ambiental (FEMA) en el uso de las herramientas de monitoreo de la deforestación.
“Sernanp solo puede actuar legalmente dentro de las áreas naturales protegidas, Serfor solo puede actuar dentro de sus concesiones o predios, pero la Fema puede actuar en todos lados, la fiscalía puede entrar a cualquier ámbito, entonces ellos son los que tienen que empoderarse de la herramienta”, dijo Vivanco.

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