El 26 de febrero empezó a circular, vía redes sociales, una carta en la que Antauro Humala -recluido en el penal Virgen de la Merced- le pedía a su hermano mayor, el expresidente Ollanta Humala, que se “suicide”.
Esta sorpresiva solicitud se realizó luego de que se conociera que Jorge Barata, exdirectivo de Odebrecht en el Perú, habría pagado tres millones de dólares a la ex primera dama, Nadine Heredia, para financiar la campaña presidencial de su esposo.
Aunque la entrevista no se pudo realizar en persona, debido al régimen carcelario al que se encuentra sometido, el hermano del expresidente Ollanta Humala sí respondió un cuestionario de 17 preguntas enviado por este diario.
Es necesario mencionar que este mecanismo no deja lugar para las repreguntas, y permite al entrevistado evitar interrogantes a su gusto, pero representa un testimonio que contiene un valor periodístico.
Mayor, ¿cómo recibe el testimonio de Jorge Barata, en el que afirma haber entregado tres millones de dólares para la campaña presidencial de su hermano Ollanta?
No debería extrañar tal modus operandi de financiamiento extranjero en cualquier agrupación política, a menos que se trate de un partido que se autodenomine nacionalista.
¿Y qué opina de que haya sido la señora Nadine Heredia, según el mismo testimonio, quien recibió el dinero?
(Es) la codicia de una fulana que -al igual que su cónyuge- jamás tuvo noción del concepto “nacionalismo”. Derivaron, pues, en el delito común.
Barata, además, cuenta que fue la ex primera dama quien lo llama por teléfono para que acuda a su departamento en Armendáriz, en Miraflores, para hacer dicha entrega, debido a que no podía solventar los gastos de la campaña de Humala.
Se trata de un diálogo propio de pillos, camuflado uno de político y el otro de empresario.
El expresidente Ollanta Humala, al igual que su esposa, declaró el viernes último, luego de ser abordado por la prensa a la salida de su domicilio, que Barata no dice la verdad.
La pareja delincuencial negará todo hasta el último segundo, pese a la contundencia de las evidencias. Es el estilo bribón de su defensa. Solo falta que exijan los números de serie de los billetes.
¿Tendría sentido pensar que el principal colaborador eficaz de uno de los casos más grandes de corrupción que le ha tocado sufrir a nuestro país esté mintiendo?
Es ilógico.
¿Quedaría demostrada la manipulación política de la señora Heredia, que usted desde un principio advirtió?
Por supuesto.
¿Usted tenía conocimiento de estos negociados con los brasileños y el rol que jugó su cuñada? ¿Sabe cuándo comenzaron esos acercamientos?
La relación con el Partido de Trabajadores de Luis Inácio Lula da Silva fue un hecho público; lamentablemente, el ánimo fue pecuniario antes que político.
¿Le advirtió a su hermano de las tentaciones que implicaba la vida política y de los oscuros “aportantes” que podrían aparecer en el camino?
Ollanta se mantuvo mudo y/o ausente (en París y Seúl) durante todo el quinquenio 2000-2005; vale decir, entre Locumba y Andahuaylas. Es recién, luego del Andahuaylazo, que le entrego la posta y la mesa político-electoral servida gracias al sacrificio de mis abnegados reservistas y el propio. Entonces, le dije que a Nadine la mandara a la cocina... pero creo que fue a él a quien mandaron. Claro que percibí la ansiedad monetaria de Nadine, además de su carencia de cultura política, pero jamás se me ocurrió que Ollanta resultara tan pusilánime, tan “Cosito” y tan ruin.
Luego de que su hermano se negara a indultarlo, y de que la justicia peruana desestimara sus recursos legales para salir en libertad, ¿cuál es la vía que tomará ahora?
Por ley, tengo derecho a tramitar mi liberación condicional a partir del 2018. Así lo ha dictaminado la sala penal que ve mi caso. Independientemente de ello, estoy apelando a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Quiero ver si me dicen lo que no puede precisarme la justicia peruana: con quién(es) soy coautor del asesinato de los policías occisos en Andahuaylas. Todos los reservistas ya fueron absueltos de homicidio. Solo quedo yo como “coautor en solitario”, pese a no haber disparado tiro alguno.
¿Qué piensa ahora su padre, don Isaac Humala, de todo este embrollo, de Odebrecht, de la negativa del indulto...?
Su posición es igual a la mía.
¿Cree que podría salir libre este año?
Si así lo decide el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
¿Considera que este Gobierno está haciendo todo lo posible para capturar al expresidente Alejandro Toledo?
Al revés.
En 2006, pidió que Toledo sea fusilado por traición. ¿Sigue pensando igual, ahora que se sabe que el prófugo expresidente recibió, según el testimonio de Barata, una coima de 20 millones de la empresa Odebrecht?
La primera reunión entre Toledo y Barata se dio tres meses antes del Andahuaylazo. Entonces dirigía el periódico “Ollanta” y manejaba información clasificada. Es por eso que entre los cinco causales de dicha rebelión, enumerados en mi Manifiesto Político, coloco “corrupción y traición gubernamental del Ejecutivo” (sic). La historia nos da la razón. Asimismo, con Toledo preso, será sencillo probar el “crimen de Estado” acaecido en el Andahuaylazo, por orden de Toledo y vía los francotiradores apostados en las cumbres del cerro Huayhuaca.
Tomando en cuenta el millonario “aporte” de campaña que recibió la señora Heredia de manos de Barata, ¿pediría la misma pena de muerte para su hermano?
Para los etnocaceristas y el pueblo del que somos parte, se trató -en el fondo- de traición a la patria, sea cual sea el individuo que ostente la banda presidencial.
¿Y para la señora Heredia?
Esta fulana, aunque se la creyó, en verdad no es nada, pese a la legión de ayayeros que en su borrachera de poder tuvo.
Tomando en cuenta la traición a la patria de su hermano al pueblo peruano, y a los valores que representa el etnocacerismo, ¿usted mismo sería capaz de ejecutar a su hermano?
No es mi hermano; es un villano y no justifica pólvora.
PERFIL
Antauro Humala Tasso
Mayor del Ejército (r)
Es militar de carrera y líder del movimiento etnocaceris-ta. El también hermano del expresiden-te Ollanta Humala se encuentra en prisión.
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