jueves, 9 de marzo de 2017

Índigenas del Ecuador: La cruel historia de los religiosos asesinados por los "Aucas" Han pasado 61 años desde que el mundo se dividió en dos, unos justificando este acto como autodefens sa de cultura y otros señalando a los indígenas como salvajes

​Índigenas del Ecuador: La cruel historia de los religiosos asesinados por los "Aucas"

Esta es la historia que en 1956 estremeció mundialmente y señalaron a los indigenas -más que nunca- como "salvajes". A pesar que el tema despertó polémica al justificar este acto como un acto de autodefensa y protección de su cultura indígena, la controversia sigue en pie.
Jim Elliot, Nate Saint, Ed McCully, Peter Fleming y Roger Youderian son los nombres de los cinco misioneros estadounidenses que fueron asesinados el 8 de enero de 1956 en Ecuador. La tribu de los huaorani (llamados despectivamente "auca", es decir "salvajes" o "enemigos" por los quechuas), a la cual habían ido a evangelizar, fue la responsable del crimen.
MISIÓN TRUNCA.
La historia comenzó en septiembre de 1955 cuando Nate Saint logró divisar desde un avión un asentamiento huaorani en la selva ecuatoriana. Los misioneros decidieron ir a evangelizar a esa tribu que vivía aislada y era muy agresiva con cualquier visitante extranjero e incluso entre ellos.
Como reseñó el portal del Instituto Bíblico Strom "el 1 de octubre, los misioneros desarrollaron un plan para hacer contacto" que, al mismo tiempo, les permitiera demostrar que iban en paz y no a agredirlos. La iniciativa consistió en "volar sobre las aldeas y bajar regalos al pueblo". Además, mediante un sistema de altavoces decían: "Biti miti punimupa" lo que en idioma de los nativos significa "me gustas, quiero ser tu amigo".
Finalmente los huaorani respondieron atando un regalo a la línea de retorno: un tocado de plumas. Esa fue la señal para los misioneros de que podían establecerse en esos territorios.
MASACRE.
A orillas del río Curaray los misioneros descubrieron un lugar óptimo para aterrizar e instalarse cerca de las comunidades indígenas. El día 3 de enero de 1956 establecieron un campamento al que llamaron Palm Beach. Desde allí gritaban frases amistosas tratando de que los huaorani se acerquen. Tres días después, tuvieron el primer contacto con un hombre y dos mujeres. Finalmente el 8 de enero un grupo más grande, solo de hombres, se acercó al lugar.
"Parece que estarán aquí para el servicio por la tarde. Ora por nosotros. ¡Este es el día! Te contactaremos en las siguientes cuatro horas y media", dijo Nate por radio de onda corta a su esposa Marj. El informe hacía referencia a un grupo de nativos que había sido divisado acercándose al campamento. Sin embargo el desenlace fue totalmente inesperado. El grupo de huaorani atacó con lanzas y asesinó a los cinco estadounidenses.
Un día después, ante la falta de contacto por radio, un avión sobrevoló la zona y divisó los cuerpos de las víctimas que fueron posteriormente recuperados.
Mincaye, uno de los agresores que años después se convirtió al cristianismo, relató que su grupo mató a los misioneros porque los ancianos de la tribu estaban furiosos. "No había que dejar que los extranjeros vengan a nuestro lugar", afirmó según cita el portal Noticia Cristiana.
El armazón reconstruido del avión de Nate Saint, expuesto en la sede de la Mission Aviation Fellowship en Nampa, Idaho.
ACTUALIDAD.
Al día de hoy los cinco misioneros asesinados son recordados como mártires por diversas comunidades protestantes de EE.UU. Además de la película antes mencionada se han publicado varios libros y cada año son recordados en la fecha de su muerte.

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