Los motivos y las posibles consecuencias del autogolpe de Maduro en Venezuela Tras meses de una tensión inédita para el chavismo entre Ejecutivo y Legislativo, Nicolás Maduro disolvió el Parlamento mediante una sentencia del Poder Judicial.

Nicolás Maduro dio un autogolpe de Estado en Venezuela. Mediante una sentencia del Poder Judicial, controlado por el gobierno, el chavismo le quitó los poderes legislativos a la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora. Tras meses de tensión entre Ejecutivo y Legislativo, la medida le da poderes absolutos al Gobierno y podría tener consecuencias vitales para el futuro del país caribeño.

El documento del Tribunal Supremo de Justicia dice que los poderes del Parlamento fueron removidos por su "desacato", su negativa a acatar sus sentencias. "Esta Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por esta Sala o por el órgano que disponga, para velar por el Estado de Derecho”. El detalle es que, como explican los especialistas, es el propio Ejecutivo quien controla el Poder Judicial. “Le han dado poderes plenos a Maduro para asumir funciones económicas, políticas e incluso legislativas”, explicó para RPP Noticias Javier Pereda de Caracas Noticias.

La sentencia. La supuesta ‘gota que derramó el vaso’ fue la respuesta a un recurso de interpretación en el que cuatro abogadas le pidieron al Supremo analizar el alcance de un artículo constitucional y otro de la Ley Orgánica de Hidrocarburos. Según esta, como explica la agencia EFE, la constitución de empresas público-privadas o mixtas requiere la aprobación del Parlamento, para lo que el Gobierno debe informar sobre todos los detalles y las condiciones para que pueda modificarlas o establecerlas. Cualquier cambio posterior también debería ser sometido a la revisión del Congreso.

"El Tribunal Supremo está absolutamente ligado al Gobierno. Es una institución que pertenece al Gobierno. Cualquier ley que el Parlamento aprobaba era derogada por ellos".

Luis Nunes, internacionalista venezolano.

La Asamblea Nacional venezolana que funciona desde el 2016 tiene 112 diputados de la oposición (Mesa de Unidad Democrática) y 55 del chavismo (Gran Polo Patriótico Simón Bolívar). En comparación, el Parlamento anterior tenía 98 oficialistas. | Fuente: La Nación

Sin embargo, pese a lo que establece la Constitución, la resolución del Supremo dice que "no existe impedimento alguno" para que el Ejecutivo constituya empresas mixtas y que a quien debe informar "de todas las circunstancias pertinentes a dicha constitución y condiciones" no es al Parlamento, sino a la Sala Constitucional, es decir, al Poder Judicial controlado por el Gobierno. Nuevamente, el petróleo está en el núcleo del problema.

“Venezuela vive del petróleo. No hay otro ingreso porque la mayoría de empresas fueron nacionalizadas, expropiadas y entregadas a sus trabajadores. El precio del petróleo ha bajado. Hay una crisis en cualquier tema que tenga que ver con hidrocarburos. Venezuela tiene una enorme deuda con China y Rusia”, explica el internacionalista venezolano Luis Nunes. ¿Por qué no había existido un problema como este antes? Porque durante los últimos 15 años, el chavismo también dominó el Congreso.

El Ejecutivo y el Congreso. El actual régimen venezolano comenzó en 1999, cuando Hugo Chávez ganó en las urnas y llegó al poder, pero sin mayoría parlamentaria: las elecciones para el Congreso habían sido el año anterior. El Gobierno convocó en su primer año a una Asamblea Constituyente. Con la nueva Carta Magna, se convocaron a nuevas elecciones presidenciales y electorales: el exmilitar volvió a ganar y su partido obtuvo 92 de las 165 curules. 

"Desde hace muchos años, todas las salas que conforman el TSJ están dominados por magistrados que responden públicamente al gobierno de Nicolás Maduro. Eso ha sido notorio, se aprecia en cada acto del Tribunal Supremo.El oficialismo también ganó las presidenciales del 2006 y el 2012, mientras que su partido repitió la mayoría en las parlamentarias del 2005 (114 de 167) y 2010 (98 de 165). La muerte de Chávez en el 2013 obligó a convocar ese año a nuevas elecciones, en las que Nicolás Maduro, el sucesor, ganó por poco más de 223,000 votos. Su antecesor había ganado el 2006 por más de 3 millones y en el 2012 por millón y medio. La popularidad del régimen chavista aún era alta, pero se iba desgastando.

Perder el poder. El chavismo perdió en el 2015 el control del Congreso por primera vez en 15 años. La Mesa de la Unidad Democrática, alianza de partidos opositores, ganó 112 de los 167 escaños. El oficialismo, ahora minoría, se quedó con 55. La reacción de Maduro no demoró. Desde que el nuevo Parlamento entró en funciones en enero del 2016, el Gobierno hizo lo que pudo para minar su poder hasta que finalmente ‘oficializó’ su disolución este jueves. Para esto usaron el otro poder del Estado que controlan: el Judicial, específicamente el TSJ.

“Desde que asumió el nuevo Parlamento, el TSJ ha tomado más de 30 decisiones en contra de los diputados opositores, del Legislativo y de la independencia de los poderes, al pretender revisar la Constitución”, explicó Pereda en Ampliación de Noticias.  “Esto es un autogolpe, claramente. Ya venía pasando desde hace meses. Las facultades del Congreso venían siendo recortadas”, declaró el internacionalista Francisco Belaunde para RPP Noticias.

“La votación del presupuesto le fue retirada al Parlamento y se la entregaron también al TSJ. Los ministros no iban cuando eran citados, se impedían labores de fiscalización. De facto, ya no había Congreso. Lo que se ha hecho es simplemente oficializar un golpe de Estado que se había venido produciendo desde hace bastante tiempo”, agrega Belaunde. La ‘oficialización’ del golpe al Congreso fue la sentencia emitida este miércoles con la cual el Tribunal, es decir el chavismo, asumió los poderes legislativos del país.

"Este es un golpe de Estado. Quiero que el mundo nos ayude y los medios nos ayuden a decirlo con todas sus letras: en Venezuela Nicolás Maduro dio un golpe de Estado".

Julio Borges, presidente de la Asambela Nacional.Panorama obscuro. Pese al rechazo de los miembros de la Asamblea Nacional, cuyo presidente dijo que la sentencia “es basura”, el régimen de Maduro ahora tiene en su poder al Ejecutivo, al Congreso y al Poder Judicial. Para Belaunde, “este es un cuadro una dictadura que se va afianzando. El Congreso se había convertido en el bastión de la oposición, no hay otro organismo, todos están controlados por el Gobierno: el TSJ, el Consejo Nacional Electoral, el Poder Judicial”.

La esperanza de la oposición está en las protestas en las calles y en la intervención de la Organización de Estados Americanos, que podría activar la carta democrática y suspender a Venezuela de la organización. Esta semana se discutió la posibilidad pero no se llegó a votar. Sin embargo, según Belaunde lo ocurrido este jueves podría cambiar el panorama. “Con lo que ha ocurrido ahora se cae de maduro, si se quiere, que se aplique la Carta Democrática. Si ya anteriormente se justificaba, ahora mucho más”.

Posibles salidas. “Va a ser muy importante lo que vaya a pasar en los siguientes días a partir de ahora, si es que hay una movilización fuerte en Venezuela. El Gobierno estará apostando a la represión a mucha gente, pero vamos a ver qué sucede ahora. Seguramente habrá condenas de la Unión Europea y varios países de las Naciones Unidas. Pero en estos momentos el mecanismo que existe a nivel institucional es el de la OEA, que tiene que pronunciarse sí o sí. Si no lo hace, sería una absoluta vergüenza”, declaró Belaunde en la Central de Informaciones.

“El punto está en que a nivel internacional varios países que hasta ahora han estado apoyando a Venezuela, podrían dejar de hacerlo ante algo fragante, aunque sea por un mínimo de vergüenza. Por otro lado habría que ver si hay suficiente movilización en las calles, hasta qué punto se logra algo masivo. A la larga, lo que está haciendo el gobierno venezolano es encerrarse en un callejón sin salida que puede augurar una caída (del régimen). Si a esto se le suma la precariedad económica de la población, esta es una situación explosiva”, pronosticó el internacionalista.

LA CARTA DEMOCRÁTICA

La OEA podría activar la carta democrática en Venezuela, con lo que sería suspendida de la organizción. Esto significaría un aislamiento político y económica para Venezuela y sería una presión enorme para que se convoquen elecciones, como ocurrió en Honduras, suspendida entre 2009 y 2011. Para que esto ocurra, se necesitan dos tercios de los votos (24 de 35). "El problema está en que Venezuela todavía conserva muchos amigos entre los países caribeños a los que ha proveído de petróleo barato", declaró Fernando Belaunde.