Un testimonio fue clave para capturar a César Gustavo Alva Mendoza (37) en Ica. Un hombre - quien no quiso revelar su identidad - alertó a la Policía Nacional sobre el paradero del presunto asesino de la niña de 11 años, cuyo cadáver fue hallado calcinado en un descampado de San Juan de Lurigancho.
En entrevista a RPP, el testigo afirmó que el Alva Mendoza "lo conoce" y que, por lo tanto, prefiere evitar represalias. "Él me conoce, así como yo lo conozco. Quiero cuidarme a mí mismo, como a mi familia", sostuvo.
"Yo lo había reconocido por fotos, por la prensa. Lo reconocí y al toque di parte a la policía. Llegó un efectivo y estuvimos como tres horas buscándolo", contó a la radio.
Asimismo, detalló que Alva Mendoza no opuso resistencia al momento de ser capturado por la polícia. "Justo en el momento en que nos íbamos a ir a otro lado, lo vimos en la calle y lo reconocí. Lo esposaron y lo pusieron contra la pared. Guardó silencio y se dejó enmarrocar", precisó. Finalmente, agradeció a las autoridades por reaccionar a tiempo. "Gracias a dios que lo hayan capturado, él no se merece esta vida. Que le caiga todo el peso de la ley", sostuvo.
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