De acuerdo al Índice de Competitividad Regional del Perú – ICRP Centrum Católica, San Martín cayó al puesto 18 del puesto 13 que se ubicó en el año 2015, superando a Loreto, Ucayali, Madre de Dios, Amazonas, y a muchas regiones de la costa y sierra del país. Los resultados del ICRP Centrum Católica 2016 publicado el 24 de noviembre revela que San Martín se encuentra entre las regiones con niveles extremadamente bajos de competitividad en el país, mientras que nueve regiones se ubican en el perfil muy bajo y apenas 2 regiones sobresalen (Lima y Callao). En tanto Moquegua se ubica en el puesto 3 expectante. Centrum Católica realiza estudios a cinco pilares para elaborar su informe, dijo Artemio Pezo Pinedo, empresario exportador de San Martín. En el Pilar Económico, nos ubicamos muy mal en el puesto 23. En este pilar se mide el tamaño de la economía regional de estructura del Producto Bruto Interno (PBI) y el dinamismo de los sectores económicos. En el pilar Empresas, en este pilar estamos bien en puesto 9, mide la productividad, ambiente de negocios, habilidades gerenciales, la innovación y la capacidad de generar empleo, sin embargo falta la promoción de inversiones privada y público-privada en la región, generar empleo para dinamizar el consumo, lograr el círculo virtuoso del crecimiento y desarrollo. Pilar Gobierno, estamos ubicado en el puesto 19, aquí se evalúa los recursos con que cuenta el gobierno regional, la autonomía, el nivel de gasto, la seguridad y justicia que brinda a la población. En el Pilar Infraestructura, San Martín tiene una brecha muy grande, estamos mal, nos ubicamos en el puesto 18, aquí se mide la capacidad de la región para generar energía, sabemos que nuestra máxima capacidad energética es de 45 MGW y necesitamos al menos 120 MGW. Este pilar evalúa también la red vial regional y el transporte donde tenemos red de aeropuertos inoperativos, indicó Pezo Pinedo, al señalar que es importante crecer en turismo receptivo, categorizar al aeropuerto de Tarapoto. En el Pilar Personas, estamos muy mal, ubicado en el puesto 20, este mide la competitividad de la educación escolar y superior en la región. La tasa de retorno universitaria en la región es solo el 1,9 por ciento, quiere decir que 2 de cada 100 egresados universitarios consiguen empleo en su especialidad. Este pilar también mide la formación laboral que es casi nula en la región, acceso a los servicio de salud de la población de la población que es un verdadero drama, explicó el empresario.
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