Lima
23 octubre 2011 - 7:44 pm
Advierte dirigente de CARE, Ruth Buendía en INFOREGION
Preparan otra muerte para las comunidades asháninkas
La construcción de megaproyectos hidroeléctricos como los de Pakitzapango y Tambo 40 en pleno territorio de las comunidades asháninkas, como parte del acuerdo enérgetico firmado entre Perú y Brasil en las postrimerías del gobierno de Alan García representan una verdadera amenaza no solo para los habitantes de estas tierras sino para la cultura asháninka.
Así lo advirtió la lideresa de la Central Asháninka de Río Ene (CARE) Ruth Buendía Mestoquiari, quien será una de las expositoras en el denominado Octubre Asháninka que se realizará en Lima desde el martes 25 hasta el viernes 28 de la siguiente semana.
“Nuestra comunidad tuvo su primera muerte en los tiempos de la violencia terrorista hace unos 25 años cuando, incluso, llegamos a enfrentarnos entre nosotros mismos, entre clanes asháninkas, porque unos queríamos la paz y otros eran seguidores del presidente Gonzalo. Ahora se nos prepara otro tipo de muerte”, se lamentó Buendía.
Según la dirigente asháninka esta “otra muerte” está representada por las centrales hidroeléctricas, cuya construcción obligará a dejar sus tierras, su forma de vida, sus costumbres y su cultura, a unos 73 mil pobladores.
“Frente a esta amenaza, en el Octubre Asháninka venimos a expresar nuestra protesta pero también nuestras protestas”, indicó.
En entrevista con INFOREGIÓN, Buendía Mestoquiari enfatizó que los asháninkas son de las pocas comunidades que no tienen ningún tipo de vínculos con el narcotráfico ni quieren saber nada con esta ilícita actividad porque afecta el medio ambiente y daña los recursos naturales que ellos aprovechan para el sustento diario.
“Nosotros sembramos cacao, café, ajonjolí y maíz en zonas como Kiteni, Coriri, y Somabeni. Los que siembran coca que va al narcotráfico son los colonos que vienen de la sierra”, explicó.
CARE es una organización que agrupa a 14 comunidades nativas y 32 anexos, la cual surgió con el objetivo de organizar la ayuda que llegó en la época de la violencia política de los ochentas.
Luego de muchos años el pueblo asháninka y su organización han venido trabajando para mejorar las calidad de vida de su gente.
Así lo advirtió la lideresa de la Central Asháninka de Río Ene (CARE) Ruth Buendía Mestoquiari, quien será una de las expositoras en el denominado Octubre Asháninka que se realizará en Lima desde el martes 25 hasta el viernes 28 de la siguiente semana.
“Nuestra comunidad tuvo su primera muerte en los tiempos de la violencia terrorista hace unos 25 años cuando, incluso, llegamos a enfrentarnos entre nosotros mismos, entre clanes asháninkas, porque unos queríamos la paz y otros eran seguidores del presidente Gonzalo. Ahora se nos prepara otro tipo de muerte”, se lamentó Buendía.
Según la dirigente asháninka esta “otra muerte” está representada por las centrales hidroeléctricas, cuya construcción obligará a dejar sus tierras, su forma de vida, sus costumbres y su cultura, a unos 73 mil pobladores.
“Frente a esta amenaza, en el Octubre Asháninka venimos a expresar nuestra protesta pero también nuestras protestas”, indicó.
En entrevista con INFOREGIÓN, Buendía Mestoquiari enfatizó que los asháninkas son de las pocas comunidades que no tienen ningún tipo de vínculos con el narcotráfico ni quieren saber nada con esta ilícita actividad porque afecta el medio ambiente y daña los recursos naturales que ellos aprovechan para el sustento diario.
“Nosotros sembramos cacao, café, ajonjolí y maíz en zonas como Kiteni, Coriri, y Somabeni. Los que siembran coca que va al narcotráfico son los colonos que vienen de la sierra”, explicó.
CARE es una organización que agrupa a 14 comunidades nativas y 32 anexos, la cual surgió con el objetivo de organizar la ayuda que llegó en la época de la violencia política de los ochentas.
Luego de muchos años el pueblo asháninka y su organización han venido trabajando para mejorar las calidad de vida de su gente.
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