La tarde de ayer recibió un póstumo homenaje Alberto Chota Huansi, el chofer del camión Cisterna que murió calcinado tras chocar y luego explotar la unidad que manejaba. El ataúd con el cuerpo del desafortunado, fue llevado al frontis de la empresa para la que trabajaba, en una imponente carroza abierta acompañado de familiares y amigos. Al llegar a lo que fue su centro de trabajo ubicado en la avenida Aviación, muy cerca al aeropuerto, sus colegas con el ruido de sus claxon que duró 10 minutos, lo recibieron. Asimismo, como norteños sus compañeras contrataron una banda de música para tocar una marinera. Posteriormente el féretro fue conducido a un campo santo privado ubicado en la Banda de Shilcayo.Al llegar al cementerio sus colegas transportistas lo cargaron hasta el ingreso al campo santo. Uno de sus hijos menores agradeció a las personas que los acompañaron hasta la última morada de su padre, aquí resaltó lo bueno que era. Luego de ello los familiares del chofer procedieron a colocarle flores encima del ataúd. En ese lugar, su hija señaló que su papá siempre estará en su corazón porque le demostró lo bueno que es la vida y que en la tierra hay que lucharlo para ser alguien en la vida. Finalmente, luego del protocolo, el cuerpo sin vida de Alberto Chota Huansi fue sepultado en medio de desgarradoras escenas de dolor.
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