La aparición de miles de caracoles gigantes africanos en Tarapoto y La Banda de Shilcayo está generando preocupación a los especialistas en el tema, ya que diariamente van en aumento, porque los moluscos son hermafroditas y en cada nidada pone 200 huevos. Es por ello que vienen coordinando acciones conjuntas para buscar la manera de exterminarlos y salvaguardar la salud pública.
El ingeniero Andrés Sixto Ponciano, jefe del Área de Sanidad Vegetal del Servicio Nacional de Sanidad Agraria de San Martín (SENASA), dio a conocer algunos aspectos para diferenciar entre el caracol africano gigante y el congompe de la zona y de esta manera pone en alerta a la población, ya que existe información que muchas personas por desconocimiento los llevan a su casa para comerlos.
“Los caracoles africanos gigantes viven en los basurales y se alimentan de los desechos y de las excretas de los roedores, que contienen bacterias que ocasionan hemorragias estomacales. Son altamente tóxicas cuando alguien tiene contacto directo con la baba. El caracol africano suele alimentarse de todo tipo de desperdicios mientras que la variedad común es generalmente herbívora, el caracol nativo peruano tiene un borde continuo y liso en su caparazón, mientras que el caracol gigante tiene esta parte de su anatomía trunca o partida” indicó el especialista del SENASA.
Lo recomendable en estos casos es no tener contacto con la baba de los caracoles africanos con las manos desnudas. Debido a su contaminación, es por ello que sugieren juntarlos y sumergirlos en agua con sal y llamar, ya que aparecen en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.
Estos moluscos aparecieron en el país hace cuatro años. En los próximos días el personal especializado del Senasa San Martín capacitará a los trabajadores del sector salud y municipal a fin de iniciar las campañas de erradicación de los caracoles africanos. (Hugo Anteparra)
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